30 agosto, 2010

EL CAMINO DE SIRGA SIGUE VIGENTE


LA NORMA (COMENTARIO)

Entre las restricciones y limites al dominio privado el Código Civil argentino estableció el camino de sirga en el art.2369, que dice: “Los propietarios limítrofes con los ríos o con canales que sirven a la comunicación por agua están obligados a dejar una calle o camino publico de 35 metros hasta la orilla del río, o del canal, sin ninguna indemnización. Los propietarios ribereños no pueden hacer en ese espacio ninguna construcción ni reparar la antiguas que existen, ni deteriorar el terreno en manera alguna”; y el art. 2640: “Si el río o canal atravesare alguna ciudad o población, se podrá modificar por la respectiva municipalidad, el ancho de la calle publica, no pudiendo dejarla de menos de quince metros”.

El pelo o borde del agua que toca con la orilla del rió es lo que llamamos línea de ribera; ella representa el limite entre el dominio publico, constituido, por la aguas de uso general y los espacios físicos que las contiene, y el dominio privado de los propietarios ribereños, mientras que el camino de sirga es una restricción a la propiedad privada ribereña por razones de interés común y que es virtualmente la perdida de tal titularidad en pos del bien común. Es obligatorio y cohersitivo, y depende mucho de la topografía en sus orillas, Hay lugares que son inaccesibles, por tal motivo los propietarios de estas parcelas que dan su frente al río, construyen sus embarcaderos particulares, pues tanto por un lado como por el otro no se podría acceder, ni siquiera en un todoterreno. Son los casos especiales, donde la ley no tiene efecto alguno.

Sobre la naturaleza jurídica del camino de sirga suele discutirse si se trata de una servidumbre, si es de derecho civil o administrativo o una restricción al dominio. Hay diversas posiciones sustentadas; personalmente, entiendo que en nuestro Derecho se trata de una restricción y limite al dominio. Así ha sido regulado y ubicado en el correspondiente capitulo de nuestro Código Civil.

Distinto es el caso de aquellos Códigos que lo regulan como servidumbre, tal como, por ejemplo, lo hace el Código civil de Nicaragua, donde aparecen legisladas dos servidumbre en el art. 1621, que dice: “Las riberas de los ríos, aun cuando de dominio privado, están sujetas en toda su extensión y en sus márgenes, en una zona de tres metros, a la servidumbre de uso publico en interés general de la navegación, la flotación, la pesca y el salvamento. Los predios contiguos a las riberas de los ríos navegables o flotables están además sujetos a la servidumbre de camino de sirga para el servicio exclusivo de la navegación y flotación fluvial. Si fuere necesario ocupar para ello terrenos de propiedad particular, procederá la correspondiente indemnización”. En este código se deslindan dos servidumbres.

En la República Oriental de Uruguay se lo encuentra legislado en el Código de Aguas, dentro de las servidumbres administrativas, en el art. 129: “La servidumbre de camino de sirga consiste en la obligación de dejar expedita en las propiedades privadas una senda de tres a diez metros de ancho contigua a la línea superior de la ribera, en los ríos, arroyos, lagos y lagunas navegables o flotables. Esta senda será destinada al servicio de las actividades de la navegación y flotación”.

El Código francés (1), en el art. 650 en su parr.final, remite a las leyes y reglamentos especiales. Entre las múltiples limitaciones que se imponen a la propiedad privada por razón del régimen de las aguas, que tienen carácter eminentemente publico y administrativo, en el derecho español (2) encontramos la del camino de sirga, a la que alude el art. 553 Código Civil español. La Ley de Aguas en el art. 122 determina una zona de tres metros como servidumbre de uso publico en interés general de la navegación, la flotación, la pesca y el salvamento. Regulan también esta restricción el Código chileno, ene. Art. 839; el mejicano, en el art. 844; y el Código colombiano, en los arts. 897 y 898 (3)

Las tierras sobre las que corre el camino de sirga pueden pertenecer al dominio privado de los particulares o al dominio privado del Estado nacional, provincial o municipal, según el caso. Si por aluvión se ha operado un acrecentamiento, la afectación se desplaza con la nueva línea de ribera y el terreno ganado al río.
En el caso de tener como en la fotografía una playa pública y notoria, se sujeta a los hechos donde la ocupación de muchos prevlece sobre (si existiera) un reclamo particular, incluso el reclamo del municipio, claro esta que sería descabellado pues en virtud de un canon, yo no estaría cuerdo para sacar plata del bolsillo derecho e ingresarlo en el bolsillo izquierdo. Pero a veces se ve cada cosa. Muchas gracias. Agrimensor Carlos Quintela Dañhel